¿El cerebro del superdotado es diferente en la anatomía y el funcionamiento?

¿Existen diferencias en el cerebro del superdotado que podría explicar su potencial? ¿Existen diferencias anatómicas o de funcionamiento? ¿Es cableado de otra manera? Son las preguntas que vamos a tratar de contestar. Se han realizando algunos estudios para tratar de entenderlos y los resultados han sido, a veces, sorprendentes.

Un primer estudio… con el cerebro de Einstein

Albert Einstein, considerado en su tiempo como el más brillante cerebro de su época, falleció el 18 de abril de 1955a la edad de 76 años. Aunque el padre de la teoría de la relatividad había indicado claramente que quería que su cuerpo fuera incinerado, el patólogo que realizó la autopsia decidió extraer el cerebro del genio. En contra de la voluntad del difunto, el médico decidió llevar el cerebro a la Universidad de Pennsylvania donde fue disecado, guardó unas partes y envió otras a los mejores patólogos de la época. Esperaba que el análisis del cerebro del genio revelara secretos e información útil.

Luego de eso se desarrolló una historia entre curiosidad terrenal y científica. Muchos soñaron con conocer el secreto de su genio, otros no aceptaron esta usurpación. En cualquier caso, los resultados del análisis fueron más que reveladores. Durante 30 años casi nada especial fue detectado excepto que el cerebro era ligeramente más pequeño que lo normal. Es solamente en 1985 que los primeros resultados interesantes fueron publicados.

El cerebro de Einstein era diferente

• En 1985, la Universidad de California, Berkeley, publicó sus resultados. Las muestras eran células gliales. Estos cuerpos cerebrales apoyan a las neuronas y participan en el procesamiento de la información por el cerebro. ¿Y qué revelaron los estudios? Albert Einstein tenía un número menor de células gliales, pero eran más grandes.
• En 1996, la Universidad de Alabama (Birmingham) publicó un artículo sobre la corteza pre-frontal de Einstein. Descubrieron que esta parte del cerebro, responsable de la cognición espacial y el pensamiento matemático estaba más desarrollada.
• En 2012, el antropólogo Dean Falk estudió fotos del cerebro de Albert Einstein. Lo que identificó es increíble. El físico nuclear tenía una cresta más en su lóbulo frontal. Normalmente todos tenemos tres, pero Einstein tenía una «extra». Según los expertos, esta área está relacionada con la planificación y la memoria de trabajo.
• Sus lóbulos parietales eran asimétricos. Además, presentó en esta área lo que se llama «el signo omega». Esta característica está vinculada a los músicos que tocan el violín y que también son zurdos. Al igual que Einstein.
• En 2013, se examinó el cuerpo calloso. Dean Falk, el antropólogo antes mencionado, descubrió que era más grueso de lo normal. Esto le habría permitido tener una mejor comunicación entre sus hemisferios cerebrales.

Conclusiones sobre el cerebro del genio

Por sorprendente que parezca esta información, no podemos ignorar un cierto aspecto. Como señaló Terence Hines, un conocido neurólogo, muchos comenzaron su trabajo con la idea de que estaban analizando el cerebro de un «genio». Todos han luchado por ver qué peculiaridades excepcionales existen en el cerebro de Albert Einstein. Ahora, como señala el Dr. Hines, cada cerebro muestra algo excepcional. Este órgano es el resultado de nuestra vida, de lo que hacemos. Algo tan simple como tocar un instrumento o tener un trabajo creativo reorganiza cada área del cerebro de una manera particular.

Entonces, si hay una cosa que caracteriza al padre de la relatividad, es su versatilidad. Además de ser un genio en física, hablaba varios idiomas, tocaba diferentes instrumentos y, como muchos sospechan, incluso podía tener Asperger. Todo esto ha forjado en él, un cerebro singular, pequeño pero sofisticado y altamente especializado. Ahora, el interés de la comunidad científica se centra en el análisis de su ADN. La veneración y la locura experimental por los restos de Einstein parecen no tener fin…

Estudios con IRM de cerebros superdotados muestran perfiles distintos

Hace 5 años, un grupo de tres investigadores de la Universidad de Lyon en Francia realizaron un estudio con IRM de cerebros de niños con alto cociente intelectual. La psicóloga Fanny Nusbaum, el biofísico Dominic Sappey-Marinier y el psiquiatra infantil Olivier Revol querían entender porque unos niños superdotados intelectuales pueden identificarse fácilmente por un brillante éxito académico y el alto potencial de los demás puede pasar desapercibidos debido a dificultades en el ajuste social en la vida diaria o en la escuela.

Como base previa al estudio, se habían identificado dos perfiles de niños con alto CI. El primer perfil, llamado «Laminar» por los investigadores, se caracteriza por un coeficiente intelectual más alto, con facultades bien distribuidas y equilibradas. «Estos son niños que no tienen mucha ansiedad y que generalmente están en la cima de la clase», resume Dominic Sappey-Marinier.

El segundo perfil, llamado «Complejo», muestra coeficientes intelectuales igualmente altos, pero con capacidades cognitivas heterogéneas. «Tienen ciertas capacidades muy altas y otras normales, lo que crea trastornos mentales internos. Estos niños a menudo sufren un desajuste entre la esfera intelectual muy madura y la esfera emocional más frágil «, resume Fanny Nusbaum. En la práctica, estos perfiles pueden sufrir de fracaso académico, ansiedad y pueden ser excluidos de sus pequeños amigos, a veces incluso convirtiéndose en chivos expiatorios. «No están realmente adaptados al sistema escolar, excepto las niñas, que a menudo logran adaptarse en exceso», agrega Fanny Nusbaum.

Dos perfiles de superdotados, dos modos de funcionamiento del cerebro

Los primeros resultados de este estudio realizado con imágenes IRM muestra que los niños con alto potencial tienen una conectividad cerebral mucho mayor que los niños con coeficiente intelectual estándar en varias regiones cerebrales, como el cuerpo calloso que conecta los dos hemisferios y en diferentes haces intra-hemisféricos. Entonces, la transferencia de información es más rápida dentro del mismo hemisferio pero también de un hemisferio a otro.

Este primer resultado confirma los resultados de los estudios realizados en el pasado. Además, el estudio muestra por primera vez que existen diferencias cerebrales entre los niños Complejos y Laminares. Esta mejor conectividad es más importante en el hemisferio izquierdo de los Complejos y en el hemisferio derecho de Laminares.

Además, la resonancia magnética funcional en reposo, que mide la conectividad funcional del cerebro cuando está en reposo, muestra una disminución de la actividad en la corteza pre-frontal de niños Complejos y la corteza orbito-frontal de niños Laminares. Por otro lado, hay un aumento en la actividad en la corteza insular, temporal y parietal que corresponde a una mayor sensibilidad emocional, mejor percepción y mayor memoria y capacidad lingüística.

Las diferencias explicadas

Otra diferencia que los expertos han notado es que los Complejos tienen una mayor conectividad en el hemisferio izquierdo, el hemisferio del lenguaje, que puede funcionar a priori de manera autónoma, en circuito cerrado, mientras que los Laminares usan más el hemisferio derecho, el hemisferio que controla las capacidades viso-espaciales y permite un análisis objetivo.

Eso significa que los Complejos son más egocéntricos, más independientes y, por lo tanto, menos adaptados socialmente. En desacuerdo con la sociedad, a menudo son adorados u odiados. Se les llama «intérpretes» porque interpretan constantemente la realidad para que se adhiera a su modelo interno. Los Laminares, por el contrario, son más abiertos a los demás, más empáticos. Se les llama «exploradores» porque no analizan la información a priori, lo hacen objetivamente, con una capacidad real de adaptarse a las limitaciones ambientales. En resumen, el Complejo está en lo subjetivo, sin filtro emocional, sin inhibición, mientras que el Laminar está en análisis objetivo, en el control interno.

Los expertos franceses notaron también que el cerebro del Complejo era menos activo en la región prefrontal dedicada al razonamiento, a la planificación temporal, mientras que se incrementa en la zona parietal, la de percepción, de análisis sensorial. Esta es también el área del pensamiento automático. Por el contrario, la corteza orbito-frontal que maneja la motivación en particular es menos prominente en los Laminares. Por lo tanto, parecen menos capaces de motivarse sin la solicitud del medio ambiente.

¿Cómo se traducen estas diferencias diariamente?
El Complejo pasa rápidamente a la fase de pensamiento automático, con una facultad de integración mayor pero a veces imperfecta. El Laminar, es más realista, más cartesiano, está menos centrado en la emoción, menos enfocado en sí mismo. En una caricatura, el primero es un artista, el segundo un ingeniero.

El Complejo presenta trastornos de conducta, aprendizaje, personalidad e hipersensibilidad que están esencialmente relacionados con la falta de control de su atención e impulsividad. El Laminar, por otro lado, será más propenso a la somatización, a la hipocondría o incluso al «agotamiento» en caso de sobreesfuerzo. También puede ser más propenso a las adicciones como el alcohol o las drogas para compensar la falta de sensaciones emocionales.

Conclusión

Estos estudios han mostrado que existen diferencias a nivel anatómico entre un cerebro normal y el cerebro de un genio o un cerebro de un superdotado intelectual. También mostraron que no todas las personas con alto cociente intelectual funcionan de la misma manera. Según si es Laminar o Complejo, el cerebro funciona de otra manera. Es como si, un cerebro superdotado fuera “cableado” de otra manera que un cerebro “normal” pero también entre un Laminar y un Complejo también el “cableado” es diferente.