Los superdotados intelectuales se caracterizan por tener una gran propensión al perfeccionismo. Esa fuerte potencia permite realizar cosas con criterios personales muy altos pero también ser fuente de frustración. Pocas personas pueden entender que, aunque son reconocidos por la excelencia de su trabajo, la persona con alto cociente intelectual puede sentir, en realidad, vergüenza y culpabilidad de no rendir algo que sea plenamente en adecuación con sus criterios. Pueden auto-criticarse constantemente. Dicha característica puede generar mucha insatisfacción.
Superdotación y perfeccionismo
El superdotado intelectual tiene tendencia al perfeccionismo en lo que emprende. Ese idealismo, difícil de entender para las demás personas, es un gran potencial para lograr cosas y de querer realizar siempre lo mejor. Esa tendencia a hacer lo mejor, genera un deseo de auto-perfección. Una fuerza llena de valores altos y una fuente de frustración al no llegar a la perfección según sus estándares.
Los investigadores que se interesan en el perfeccionismo lo ven según dos ángulos distintos. Uno positivo y otro negativo. El segundo puede desencadenar en unas patologías; entre ellos el idealismo, introversión, preocupación exagerada hacia sus propios defectos, miedo de no estar a la altura de las expectativas, aspiración a la excelencia, etc.
Las personas con alto cociente intelectual tienen tendencia a trabajar duro para lograr objetivos difíciles. Pueden enfocarse por años en una meta. Son idealistas, generalmente se decepcionan cuando otros no comparten sus valores. Muchos se sienten satisfechos únicamente cuando han dado lo mejor de sí mismos.
Investigación sobre el perfeccionismo y el alto cociente intelectual
Desde 1980, los científicos han elaborado varias escalas para medir el perfeccionismo. Con el tiempo, esas escalas se han mejorado incluyendo también una parte positiva, cuando se focaliza en valores elevados del individuo y sus aspiraciones realistas a la perfección, y una parte negativa, cuando son malas para la salud y cuando se focaliza en una adhesión rígida a sus principios personales, como el hecho de no cometer ningún error.
Proporción de perfeccionistas en las personas con alto CI
Se han realizados estudios en escuelas para superdotados intelectuales con el objetivo de validar esos test y determinar si las personas con alto CI son más propensas al perfeccionismo. Los resultados muestran que los superdotados si, son más propensos al perfeccionismo. Un estudio realizado en 400 alumnos ha mostrado que el 32,8 % son no perfeccionistas, el 41,7 % son perfeccionistas sanos y el 25,5 % son perfeccionistas neuróticos.
Otro estudio ha mostrado más rasgos característicos de esas dos tendencias al perfeccionismo
Los perfeccionistas sanos tienen una gran necesidad de orden y organización. Aceptan los errores, le gusta que sus padres tengan altas expectativas, encuentran maneras positivas de generar el perfeccionismo, toman como modelos adultos que dan lo mejor de ellos mismos y perciben los esfuerzos como parte importante de su perfeccionismo.
Los perfeccionistas neuróticos disfuncionales son muy ansiosos frente a la idea de cometer un error. Tienen estándares muy altos hacia ellos mismos. Tienen el sentimiento que los demás tienen esperanzas desproporcionadas. Interiorizan los comentarios negativos, se hacen preguntas sobre sus propios juicios y tienen una necesidad de aprobación muy alta.
Los 5 niveles del perfeccionismo de Dabrowski
La teoría de Dabrowski da una luz diferente sobre el perfeccionismo del superdotado intelectual. Se puede representar según niveles de desarrollo.
Nivel 1
En el primer nivel, el individuo está enfocado en sí mismo. Al servicio del egocentrismo, los perfeccionistas se vuelven tiránicos. No perciben sus propias imperfecciones y se focalizan en las de los demás. Una persona del primer nivel usará a los demás para sobresalir. Las necesidades de los demás no son tomadas en cuenta. Se podría definir por: “Soy perfecto pero Uds. no”
Nivel 2
Aquí encontramos el perfeccionismo como un trastorno neurótico. Las personas son dependientes del grupo social. Se preguntan siempre lo que los demás van a pensar de ellos. Experimentan sensación de inseguridad y de inferioridad hacia los demás. Los perfeccionistas de este nivel tratan de estar a la altura de las expectativas de los demás o de las suyas. Esos valores que interiorizan son dictados por la familia, los amigos, los medios, los grupos religiosos, etc. Focalizan su atención en sus propias imperfecciones y perciben su vida a través de un espejo deformante, raramente bueno. Se podría definir por: “No soy lo suficiente bueno y nunca lo seré”.
Nivel 3
Aquí encontramos las formas más sanas del perfeccionismo. El individuo se convierte en buscador de auto-perfección. En vez de sentirse inferior a los demás o de tener la sensación de no estar en adecuación con las esperanzas de los demás, la persona se vuelve consciente de su potencial pero siente que sus acciones no están a la altura de ese potencial. Ver en sí mismo esas posibilidades de integridad, de empatía, de sabiduría y de armonía es una incitación a crecer. Empieza entonces un largo camino de cambio de los instintos más básicos. Si el individuo de nivel 3 siente esa realidad es generalmente incapaz de encontrarla. Vive en una tensión vertical entre lo que es y lo que debería ser. Se podría definir por: “Sé donde quiero ir pero no veo el camino para llegar”.
Nivel 4
En el nivel 4, la persona es capaz de estar en una vida de ideales. Tiene una gran capacidad a la auto-reflexión a la aceptación de los demás y de sí mismo. Tiene mejor auto-regulación. En vez de estar guiado por deseos básicos como la posesión o las ganas de controlar a los demás, accede fácilmente a la compasión y a la comprensión de las condiciones de los demás. Se podría definir por: “Lo que debería ser lo será, haré que pase”.
Nivel 5
El último nivel representa la perfección de la personalidad. Es una vida sin conflictos y con principios muy altos. A este nivel de desarrollo humano, la persona se vuelve a ser un profesor, un guía, un ejemplo para los demás. Vive su vida al servicio de la humanidad y no por su ego. Se podría definir por: “Todo es amor”.
Cómo canalizar su perfeccionismo siendo superdotado intelectual
El perfeccionismo para los psicólogos
Maslow en 1971 defiende el perfeccionismo. Mientras la persona está en sus proyectos, olvida sus defensas y su tristeza.
Robinson en 1996 siente también el perfeccionismo en los superdotados intelectuales como algo sano e incita al desarrollo del perfeccionismo positivo.
Perrone en 2007 llega a la misma conclusión.
El perfeccionismo para los docentes
Es importante dar trabajos que necesiten esfuerzo a los niños superdotados para que experimenten la dificultad de aprender. Dwerk, en 2006, recomienda felicitar a los niños por los esfuerzos realizados en vez de los resultados. Los niños son así apoyados a probar cosas nuevas, tomar riesgos, entender y aprender de sus errores.
El perfeccionismo para los padres
De manera tradicional, el perfeccionismo es visto como la consecuencia de expectativas demasiado altas por parte de los padres. El niño es usado para subir la estima de los padres. Pero, en los niños superdotados, los estudios han mostrado que los padres no son la fuente de este perfeccionismo y que eso viene de un deseo innato de orden y de aversión al caos. El estudio de Schuler de 2000 muestra que los perfeccionistas sanos se perciben más perfeccionistas que sus padres mientras que es lo contrario para los perfeccionistas neuróticos. El perfeccionismo sano viene de padres que no esperan la perfección en sus hijos pero que les dan amor y apoyo incondicional.
Para los superdotados intelectuales
Hay que entender que el perfeccionismo puede servir a un objetivo útil. Los valores altos son importantes.
Acepta los errores como fuente de experiencia, como información que permite acercarse a sus objetivos. Las cosas que nos parecen malas nos hacen tomar conciencia de lo que es bueno y justo.
Pon prioridades. Autorizarse a ser perfeccionista en las actividades que realmente tienen importancia para Ud. y no en todo. No se puede ser perfecto en todo, hay que establecer elecciones. Es difícil pero necesario.
Mejor empezar un proyecto que procrastinar. Empezar una tarea es generalmente lo más difícil. Luego, el perfeccionismo trabajará por Ud. Si la fecha de realización es fuente de estrés y de parálisis entonces empieza con anticipación el proyecto.
Puede tener altos valores para Ud. mismo pero no se los debe imponer a los demás.
Guarda esperanza aunque los primeros resultados no estén a la altura. Con la práctica nos acercamos a nuestras metas. Puedes leer biografías de personas famosas que han conocido fuertes frustraciones y han pasado esos obstáculos gracias a la perseverancia.
Focaliza tu energía en los futuros éxitos, no digas “Pude haberlo hecho mejor” sino más bien, “La próxima vez lo haré de manera diferente”.
Acepta que existen aspectos positivos y negativos en el perfeccionismo. Puedes elegir que perfeccionista quieres ser.
La frustración del superdotado intelectual
El nivel de exigencia que se impone el superdotado intelectual es, lo hemos visto, una fuente de frustración. La acumulación de cosas no logradas es también fuente de resentimiento y de frustración. Además, tolerar algo que no nos gusta y que eso se vuelve una costumbre se vuelve en algo pesado que nos malogra la vida. La frustración tiene un cierto nivel de aceptación pero cuando la suma de las frustraciones sobrepasa ese nivel de aceptación la explosión está cerca. Pasar el nivel de tolerancia puede traducirse en una cólera desproporcionada, una crisis, una depresión o una incitación en caer en las adicciones.
La fuente de frustración del superdotado intelectual
Además del perfeccionismo, muchos otros factores pueden llenarnos de frustración. En primer lugar encontramos el amor, su falta o un amor no correspondido. La sexualidad es también una fuente importante de frustraciones. Encontramos también frustración en la incapacidad de no tener tiempo suficiente para hacer todo lo que queremos hacer. Frustración porque las cosas van demasiado lentas, frustración porque nuestros valores no se reflejan en la sociedad, etc.
Los efectos de la frustración en la persona con alto CI
Aunque podemos tolerar sin problema una pequeña frustración, cuando la frustración es muy importante o la acumulación de frustraciones pasa ciertos niveles, el cuerpo reacciona. Puede ser estrés, angustia, problemas de digestión, agresividad o incluso caída en depresión. Frente a la suma de depresión demasiada alta, muchos superdotados se orientan hacia las dependencias para hacer bajar esa sensación hasta encontrar una forma de saciedad. Pero, si nada está hecho para eso, se gasta mucha energía.
Cambiar esos efectos de la frustración en algo positivo
La frustración de la persona con alto cociente intelectual se vuelve en una fuente importante de energía que hay que aprender a controlar. La primera cosa que hay que realizar es aislarse para no cambiar esa frustración en cólera hacia los demás. La práctica de un deporte por ejemplo puede ser una manera de evacuar esa energía de manera positiva. Se puede también enfocar en el trabajo realizando una gran cantidad de trabajo en poco tiempo. Pero, lo más importante es aprender a responsabilizarse de su frustración. Reconocerla es un primer paso que abre el camino a varias vías. Se puede caer en una adicción o enfrentar el problema. Siendo consciente de esa frustración se puede enfocar en la manera de funcionar y cambiarla. Es un proceso difícil al principio pero que, con el tiempo y la práctica, se vuelve en algo simple y rápido.
El círculo virtuoso de la frustración
Cuando el nivel de frustración llega a un punto peligroso, hay que pasar a la acción. Actuar para resolver uno o varios problemas y avanzar en sus proyectos. La situación se mejora y se enlaza con la satisfacción de haber actuado, lo que incita a seguir actuando. Esa manera de actuar enseña también un factor muy importante que es la paciencia.
Limitar el nivel de frustración pasa también por hacer las cosas a su debido tiempo y no esperar el último momento. Focalizarse en lo importante es muy benéfico para no dispersarse en cosas fútiles. Aprender a decir no a las personas es algo que sirve mucho a no ponerse la presión. Finalmente, un factor muy importante también es el poder de la palabra. Hablar de sus problemas y frustraciones a otras personas permite liberarse de un peso. Es también una manera de encontrar soluciones.
La frustración como motor para actuar en la vida
La frustración es también un motor, una motivación y una energía. Permite, en unos casos, ir más allá de sus límites. Usado de manera positiva se vuelve constructiva cambiando las cosas que deberían ser diferentes. Los superdotados intelectuales son también generalmente los más motivados de un grupo de personas, la locomotora.